La práctica del yoga por sí misma ofrece varios beneficios
tanto físicos como emocionales. Existen distintos tipos de yoga dependiendo de las
necesidades y características de cada persona. Algunos buscan ejercitarse con
yoga para bajar de peso, curar alguna lesión física, mejorar la postura, el
equilibrio o flexibilidad, etc., todas
son razones respetables.
En el caso de la práctica en niños tan pequeños es difícil
encontrarnos con algún problema físico propiamente dicho, salvo alguna
malformación o enfermedad de nacimiento.
Pero en el resto de los niños, no hay problemas de obesidad, ni de mala postura
o flexibilidad. Los niños de 2 a 4 años de edad son niños flexibles, con
energía, tienen cuerpos sanos sin ningún problema de malos hábitos posturales como
sucede con nosotros los adultos.
Pero si es muy importante tomar en cuenta las
características propias de los niños de esta edad, ya que sus cuerpos están en
desarrollo, y existen algunas limitaciones que pueden ponerlos en riesgo para
su cuerpo. Así como situaciones de riesgo a las cuales no se les debe exponer.
Los niños de esta edad es muy probable que tengan dificultades
con el equilibrio, así que las posturas
como: árbol, grulla, guerrero 3 serán difíciles de
realizar, pero no imposibles. Se pueden utilizar aditamentos o implementar algunas modificaciones que los ayuden
a realizar estas posturas donde los pequeños se sientan seguros y exitosos al
hacer yoga. Se pueden apoyar de la pared o cogerlos de la mano mientras las
realizan o si es un grupo grande de niños, entre ellos mismos se pueden dar
apoyo para realizar las posturas.
Es importante que realicen estas posturas de equilibrio ya que les ayudará a su
desarrollo físico y fomentará el
autoestima y seguridad.
Los niños a esta edad siguen en una etapa de desarrollo
importante, algunos huesos se están fusionando, ciertas articulaciones son
frágiles, por lo que las posturas que requieran mucha fuerza de articulaciones
como parado de manos o las posturas sobre los tobillos y empeines es
recomendable que se hagan por muy poco tiempo, unos segundos es suficiente, lo
que dure en niño en esa postura.
La columna vertebral
es las partes del cuerpo que sigue en desarrollo fuera del útero de la madre
por mucho tiempo. Cuando estamos en el vientre materno sólo tenemos una
curvatura espinal. Cuando nacemos y pasamos por el cuello uterino se forma la
segunda curvatura de la columna que es la zona cervical. Hasta los 2 años
comienza a formarse la tercera curvatura que es la zona lumbar. Gracias a la
curvatura de la zona lumbar podemos estar en pie, caminar, correr y saltar
etc., sin caernos. Es por ello que los niños antes de los dos años de edad su caminar es torpe e inestable. Es
importante tomar en cuenta que en estos
cambios en la columna vertebral están implicados muchos músculos que permiten
este movimiento y que sólo ejercitándolos y desarrollándolos logran su estado
optimo. Es importante saber de anatomía y por suerte para nosotros existen
libros especializados del tema que nos ayudan a conocer nuestro cuerpo .
Tomando en cuenta que lo niños a esta edad aun están en
desarrollo de la zona lumbar, no es recomendable hacer posturas de inversión,
ni que tengan que levantar sus piernas, así como tampoco que tengan que sostenerse con el cuello, como
la postura de la vela, el bote y los arcos. Ya que sus cuerpos aún no están
listos. Sin embargo, es recomendable realizar posturas que fortalezcan esta
zona y ayuden a su desarrollo normal, como la postura de gato y vaca.
Si practicas yoga y te gustaría practicarlo y compartirlo con tus hijos, sobrinos, alumnos, primos, etc., confía en lo que sabes, juega con ellos, no necesitas un mat con ellos, haz historias, cuenta cuentos, canta con las posturas, diviértete haciendo yoga. Confía en tu intuición y confía en la sabiduría interior del pequeño(a) quien te pedirá que realicen algunas posturas, te pedirá ayuda si lo necesita e ignorará las posturas que no le sean gratas. Observa a tu pequeño, practica yoga con el sin juicios, ni apegos. Saber de los riesgos y características propias de su edad nos da una herramienta valiosa para hacer yoga de forma consciente, en el aquí y ahora.