jueves, 22 de septiembre de 2011
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Meditación con niños
La meditación es una actividad que nos
trae grandes beneficios como mejorar la presión arterial, mejor funcionamiento
del sistema respiratorio, digestivo Y circulatorio. A nivel cognitivo ayuda a
mejorar la atención, concentración y
memoria. En el área emocional reduce los niveles de ansiedad y estrés. Y en el
ámbito social se ha observado que las personas que meditan son más sociables,
empáticos y respetuosos con sus pares además hay mayor rendimiento laboral.
Meditar
es estar con la mente quieta, sin pensamientos saltando en nuestra mente,
podemos estar sentados en una silla, acostados, caminando pero con la mente
quieta, respirando. Es una acción complicada ciertamente, estamos acostumbrados
que mientras hacemos cosas pensamos en lo que tenemos que hacer, lo que nos
preocupa, lo que deseamos, soñamos etc. Meditar es tener la mente quieta.
Existen
varias técnicas de meditación, pero me enfocaré en cómo comenzar a fomentar la
mente quieta en niños, desde dos y medio años.
Fomentar
la meditación en niños tan pequeños creo que es algo muy complicado, no le
puedo decir que se siente, que no se mueva y que cuente sus respiraciones y que
cuando llegue un pensamiento sólo lo deje ir, y se enfoque a su respiración; es
completamente absurdo pedirle eso a un pequeño (a).
Durante
las clases de yoga he descubierto que a través de unos ejercicios simples y divertidos he podido enfocar su atención a un
momento, dejar todo a un lado y solo estar en ese momento. Como por ejemplo:
Baile y
paro: este ejercicio es muy simple,
pongo música que les guste bailamos y cuando no escuchen la música dejamos de
bailar nos quedamos quietos no nos podemos mover nada. Se puede realizar esta
dinámica por 4 minutos e ir aumentando la duración del ejercicio poco a poco.
Se trata de controlar su cuerpo, estar atentos aquí y ahora de lo que escuchan.
¿Cómo se que no hay mente de chango (como lo llaman los yoguis)? Por que cuando
hacemos el ejercicio no hablan, no juegan con todos los juguetes a su
alrededor, no pelean, sólo están atentos a la música.
Triángulo
de las vocales: es un ejercicio que se hace en el canto con armónicos se trata
de pasar de una vocal a otra y durante esta transición aparecen un hermoso
abanico de sonidos que para escribirlos necesitaría varias vocales juntas.
El
cambio de una vocal a otra es fácil: u------ a
a------i
i-------u
Antes de iniciar cada paso de las
vocales, es importante que se realice una respiración profunda. Ayuda mucho
visualizar el triangulo, pasar con la mano derecha de la rodilla izquierda a la
derecha cuando sea u------a, de la
rodilla derecha a la frente cuando sea a-------i, y de la frente a la odilla
izquierda cuando sea i-------a. En un
principio se puede comenzar con un solo triángulo y conforme se va ejercitando
se podrá aumentar la frecuencia, es normal que sea paulatino el progreso. El
pequeño(a) estará concentrado y enfocado , respirando en un ejercicio
divertido.
Mantra y masaje: es una actividad que
les encanta a los niños, se acuesta al niño (a)
en el suelo ,se le pone una canción de un mantra, se les tapa un una
pequeña mantita, se puede poner aroma, se trata de crear un ambiente tranquilo y muy agradable,
mientras cantas el mantra le das un masaje en su pecho, se puede utilizar una
pelota de semillas, o una pelota de tela que sea firme y suave. Durante el canto y el masaje es importante
mantener contacto visual, tal vez el pequeño cante ya que los mantras son muy
atractivos para los niños, no es necesario enseñarles como hacerlos, sólo lo
escucharan y si lo desean lo cantaran. Durante esta actividad solo se canta, y
se quedan quietos acostados. Es un muy buen ejercicio para mantenerse quietos,
presentes en un canto y relajados, es un estado muy cerca de estar meditando.
Además que establecer un espacio de contacto con el pequeño es muy enriquecedor
a nivel afectivo. Se puede iniciar con un periodo corto e ir aumentando
gradualmente. Un factor importante para el éxito de esta actividad es la
elección del mantra, hay una gran variedad de mantras, sugiero un mantra
alegre, y que obviamente a los dos les guste sugiero el disco : Mantras for the
Young at heart, Sarva-Antah & children, está en itunes.
En general los ejercicios que propongo
son sencillos, atractivos y entretenidos para chicos y grandes, ciertamente no
es meditación estrictamente hablando, pero es un muy buen acercamiento a esta
actividad tan buena para nuestro cuerpo y mente. Pienso que es como sembrar una
semilla en cada niño y cuando llegue el momento de meditar es muy probable que
lo realicen de forma más fluida. A veces
nos podemos topar con algunas limitantes para enseñarle a los niños yoga y meditación,
pero creo que con unas adecuaciones, con creatividad se les puede enseñar mucho
y obtener beneficios de esto.
Me gustaría mucho saber tus
comentarios sobre este tema, si te gustaría profundizar sobre algún tema en
específico, dudas, inquietudes; deja un comentario y con gusto te responderé.
martes, 20 de septiembre de 2011
Los niños aprenden de lo que viven
LOS NIÑOS
APRENDEN DE LO QUE VIVEN
Si los niños viven rodeados de crítica, aprenden a condenar.
Si los niños viven con hostilidad, aprenden a pelear.
Si los niños viven con miedo, aprenden a se
aprensivos.
Si los niños viven con pena, aprenden a sentir pena de
sí mismos.
Si los niños viven con burlas, aprende a actuar con
timidez.
Si los niños viven con celos, aprenden a sentir
envidia.
Si los niños viven con vergüenza, aprenden a sentirse
culpables.
Si los niños viven con respaldo, aprenden a sentirse seguros.
Si los niños viven con tolerancia, aprenden a tener
paciencia.
Si los niños viven con alabanzas, aprenden a apreciar.
Si los niños viven con aceptación, aprende a amar.
Si los niños viven con aprobación, aprende a apreciar
su persona
Si los niños viven con reconocimiento, conocen la
dicha de plantearse un objetivo.
Si los niños viven compartiendo, aprenden a ser
generosos.
Si los niños viven con sinceridad, aprenden a decir la
verdad.
Si los niños viven con justicia, aprenden a ser
justos.
Si los niños viven con amabilidad y consideración,
aprenden a respetar.
Si los niños viven con seguridad, aprenden a tener fe
en sí mismos y en quienes les rodean.
Si los niños viven con cordialidad, aprenden que el
mundo es un buen lugar para vivir.
1972, DOROTHY LAW NOLTE
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